Según algunos historiadores, fue en este lugar donde Tanganxhoan Tzintzincha se rindió a la corona española en la persona del Maestre de Campo Cristóbal de Olid, de ahí su nombre. Cierto o no, en este sitio existe un crucifijo de piedra sobre un monolito de cantera formando lo que se conoce en España como “humilladero”, es decir, una cruz en un sitio público ante la cual se “humillan” los fieles. Dicha cruz tiene la efigie de Cristo y su pedestal muestra inscripciones de gran interés, como el año de 1553, cuando se hizo por mandato del obispo don Vasco de Quiroga; en otra de sus caras aparece el escudo de armas de la ciudad y en otra más un bello relieve de estilo renacentista. En el siglo XVIII, el “Humilladero” fue cubierto con la capilla que actualmente lo alberga y que adoptó su nombre.
En la severa fachada de la capilla es posible apreciar a ambos lados de una corona esculpida en cantera las imágenes del sol y la luna, como una manifestación de la antigua religión de los Purhépechas. Además guarda en su interior una rara e interesante colección de pinturas al óleo.